Tejer la vida.

Tejer la vida...

 Gracias queridas señoras,

 Dolores y Almudena por confiar en mí,

 por empezar a tejer con el telar "María". 

Tejer es mucho más que unir urdimbre y trama; 

nos abre el corazón y compartimos las idas y venidas en nuestras vidas.

 Es compartir, unir, convivir unos días y irse con un telar

 en la mano en el que hemos hecho medio camino juntos

 y en el que podemos seguir tejiendo en casa.

 Con algodón o lino o lana, los resultados son muy distintos, 

pero todos preciosos. Un sinfín de decisiones a tomar por el camino, 

la urdimbre, la trama, los colores, las fibras, 

los obstáculos que encontramos por el camino, el hilo de la urdimbre se rompe,

 en la trama saltamos por encima los hilos de la urdimbre, el hilo que acaba...

 

La base del tejido en telares siempre es una urdimbre y una trama.

 La urdimbre forma los hilos colocados de una manera perfecta paralelamente,

 y la trama está formada por el ir y venir de las lanzaderas 

con hilo que suelen estar guiadas por las manos.

 Esta acción unifica urdimbre con trama.

 La naturaleza rítmica y repetitiva de tejer es calmante,

 reconfortante y contemplativa.

 No es difícil imaginar que tejer es 

como una práctica de atención plena, 

o tal vez una forma de meditación.

 Investigaciones en neurociencia muestran 

que tejer y otras formas de artesanía

 textil como la costura, el tejido y el ganchillo, 

tienen mucho en común con la atención plena y la meditación; 

se reconoce que todas ellas tienen un impacto positivo 

en la salud mental y el bienestar.

Tejer con un telar de peine rígido o telar " María".

 El ir y venir de la naveta para crear la trama del tejido.